Volta para a capa
Grandes entrevistas

Naguib Mahfuz

Entrevista realizada por Gamal Yusuf Zaky, publicada no site Intramuros nº 28, Primavera / Verão de 2008

Pregunta: Sabemos que para usted fue una sorpresa la concesión del Premio Nobel, pero estamos asombrados de lo que dijo, aquello de que se sentía afortunado. Al mismo tiempo, había deseado que se lo hubieran concedido a Yahya Haqqi. ¿Por qué se sintió afortunado por este galardón?¿Por qué a Yahya Haqqi en particular? ¿Qué tiene que ver la fortuna con la concesión, si nosotros sabemos que no es partidario de la fortuna?

Respuesta: En primer lugar me sentí afortunado, indudablemente, porque me antepusieron a muchos literatos en cuyas escuelas me he educado. El último de estos grandes literatos es esa especie de decano de los escritores, Tawfiq Al-Hakim. No concederle el Premio Nobel necesita de muchas explicaciones que yo no tengo. Por otra parte, muchos opinan que la mayoría de los galardonados con el Nobel en los últimos diez años es de una categoría inferior a la de Tawfiq Al-Hakim. Había escritores anteriores a Tawfiq Al-Hakim desafortunados por la existencia de gigantes rivales en Europa en aquel tiempo. Yo no he encontrado estas barreras.

Pregunta: ¿Qué barreras, en concreto?

Respuesta: Porque me lo han concedido. En nuestro tiempo no hay grandes literatos cuyas obras podamos leer. He leído mucho de la literatura universal. No tiene algo extraordinariamente brillante. Solamente notable, pues no me encontré con Proust o Thomas Mann. La gente dice que había otras barreras, pero yo no pude probarlas. Por eso me siento afortunado porque me han concedido el Nobel. Cuando digo afortunado, no quiero decir que lo mío no tenga un valor extraordinario, ya que hay quien lo tiene, y mucho más, y no ha tenido mi suerte.

Pregunta: ¿Qué valor puede tener un premio en la vida de un escritor?

Respuesta: Cuando empecé a escribir nunca pensé en los premios. Ningún escritor empieza a crear pensando en ellos. Sin embargo, los premios han tenido un valor considerablemente importante en mi vida, porque cuando escribía novelas y no sabía cómo publicarlas, conseguía premios. He conseguido el de la señora “Qut Al-Qulub Al-Dimirdasiyya” por la novela Radubis ; el premio de la Academia de la Lengua Árabe por la novela La lucha de Tebas, antes de publicarlas. El premio del Ministerio de Ciencias por Jan Al-Jalili. Fui un escritor sin publicaciones, pero con premios. Todo el apoyo que recibí fue a través de ellos. Por eso, fueron muy importantes en mi vida. Luego, me otorgaron el de Fuad I, por Qasr Al- Sawq . Más tarde obtuve el Premio Nacional de Literatura por la suma de mis trabajos y esfuerzos. El único premio que no me había fijado como meta era el Nobel, pues pensaba que estaba fuera de mi alcance, porque veía que el premio Nobel se otorgaba a quienes yo leía, como Shaw, Anatole France y Thomas Mann. Me di cuenta de que este premio no era para nosotros, como si fuera un premio especial para un cierto nivel. Por lo tanto, no pensé nunca en él.

Pregunta: ¿Por qué tiene el premio Nobel de literatura esta importancia internacional?

Respuesta: El Nobel no es más que uno de tantos premios. Pero cada premio adquiere más valor por la civilización en la que nace. La postura de la civilización da al premio un valor. Lo llamamos el Premio Nobel Internacional. Y lo internacional en este sentido es la civilización occidental, ni más ni menos. Por ello, ha tenido esta fama. Luego, se ha otorgado a grandes literatos en el mundo y por eso ha tenido más valor, a través de estos gigantes.

Pregunta: Usted dijo que el premio expresa el valor de la cultura occidental. Naturalmente, se concede el premio a aquellos que aceptan esta cultura. ¿Se ve adoptando valores de la cultura occidental en su literatura?

Respuesta: Por lo menos, el valor de la libertad.

Pregunta: ¿Cuáles son los nuevos valores que caracterizan su producción y que usted considera correspondientes a los de la cultura occidental?

Respuesta: Creo que he expresado la libertad y la liberación del hombre de todos los obstáculos. Las figuras de mis novelas hacen llamar a la libertad por sus hechos y posturas. Por ejemplo, Charlas sobre el Nilo es una protesta contra el aislamiento, El ladrón y los perros es una encarnación de la justicia social, Hijos de nuestro barrio y Trilogía exponen el valor de la ciencia y el de la sabiduría. Los valores de la ciencia, de la justicia social, de la libertad no se contradicen con la cultura occidental. Al mismo tiempo, no me hacen renegar de la tradición: la libertad, la justicia social, la solidaridad son islámicos, y la ciencia es adoración, según el Islam. Quizás en la cultura occidental existan otros valores que se contradigan con esto, pero por mi parte los evité y no los acepté.

Pregunta: ¿Cuáles son las obras cumbre de su producción?

Respuesta: Creo que son Trilogía , El-Harafis y Las noches de las mil y una noches.

Pregunta: ¿Podría determinar alguno de los personajes representativos de su pensamiento en algún período de su vida?

Respuesta: Por ejemplo, la figura de Kamal Abd Al Yawwad en la Trilogía , y no creo que me haya introducido directamente, excepto en esta figura. Pero hay algunos otros detalles a lo largo de los relatos y de las novelas.

Pregunta: Después de crear la figura de Kamal Abd Al Yawwad, ¿cuáles son los caracteres en común entre esa figura y Naguib Mahfuz?

Respuesta: Cuando se crea cualquier personaje, este personaje adquiere nuevas dimensiones artísticas convenientes. El gran error que comete el novelista es cuando quiere imprimir toda su personalidad en la obra literaria. Le voy a decir cómo se traslada al personaje de la realidad a la novela: cuando se construye una casa, la gente trae piedras de la montaña y las ubican según el tipo de construcción que desean. Se llevan la materia prima y le dan la forma que quieren.

Pregunta: ¿En qué aspecto considera que Kamal Abd Al Yawwad coincide total o parcialmente con Naguib Mahfuz?

Respuesta: En la crisis psicológica expresada por Yahya Haqqi y Al–Tayyib Salih. Esta crisis consiste en la lucha entre la cultura occidental y la tradición, pero estos dos novelistas lo han expresado desde el punto de vista de los que han vuelto de Europa, y yo en lo que he recibido desde aquí; al fin y al cabo es lo mismo.

Pregunta: ¿Ha influido su infancia en su literatura? ¿Cuáles son los rasgos más importantes en ella?

Respuesta: Sí, evidentemente. Creo que la infancia es un depósito para cada escritor, porque es la etapa donde se recibe la vida entera y espontáneamente, y no a través de una hipótesis, filosofía u otro modo que pudiera confundir su percepción.

Pregunta: ¿Considera que ha vivido una infancia feliz? ¿Cómo? ¿En qué ambiente y condiciones?

Respuesta: Más o menos. Una razón de la felicidad es la armonía y la conformidad entre los padres. Los motivos en mi felicidad existían, no porque fuéramos ricos, sino porque la vida era bastante barata. Por eso he podido disfrutar de la alegría de la infancia. Pero cada infancia tiene sus problemas y cuando abandonamos este período y vemos otras cosas más duras, nos parece que la infancia es un paraíso.

Pregunta: ¿Han cambiado los lugares donde pasó su infancia?

Respuesta: Un poquito, aunque todavía conservan sus principales contornos. Estos lugares típicos y populares de El Cairo eran para mí un símbolo, una vez utilizado el callejón, para hablar sobre toda la humanidad.

Pregunta: Usted es el menor de seis hermanos. ¿Quiénes son, qué hacen?

Respuesta: Los seis hermanos nacimos a la manera antigua, es decir, entre el uno y el otro hay un año y medio. Siempre veía a mi hermana mayor como si fuera mi madre y a mi hermano mayor como si fuera mi padre. Todos se casaron: los cuatro hombres y las dos chicas. Uno de ellos era sub-director de un departamento de contabilidad, otro fue general en el ejército. Todos murieron en el mismo orden de nacimiento.

Pregunta: Usted tiene dos relatos sobre los cafés. ¿Por qué le atraen tanto los cafés? ¿Cuál es el papel que juegan en su vida y en su literatura?

Respuesta: Iba a esos lugares cuando era pequeño para escuchar los relatos del poeta popular, porque el arte de la novela nos ha venido de ahí, a través de él. Cuando los amigos queríamos vernos teníamos que quedar en el café, pues no podíamos ir a una casa de las nuestras, ya que éramos más de veinte. La ventaja que tenían es que se podía ver a todos los amigos en una reunión. Todos íbamos a la misma escuela, las casas estaban cerca, estábamos muy vinculados, por eso la sala del café era un lugar para encontrarnos, como cualquier club de ahora.

Pregunta: ¿Se ha encontrado en esos cafés con algún personaje de sus obras literarias?

Respuesta: Son exposiciones interminables de personas, sean hombres o mujeres. Los hombres se sientan contigo y las mujeres pasan por la calle.

Pregunta: Asombra el hecho de que Naguib Mahfuz, tan universal, no haya viajado fuera de Egipto en toda su vida, excepto dos veces: a Yemen y a Yugoslavia, por encargo del presidente Gamal Abdel Naser, hasta el punto de que podemos decir que casi ha viajado por mandato. ¿Por qué odia tanto viajar y no se ha permitido ver otros mundos?

Respuesta: No odio viajar, pero no me gusta siquiera la idea de salir de Egipto, aunque fui muy feliz en aquellos viajes, y todavía sigue Yugoslavia en mis recuerdos. Cuando estuve allí no pedí volver, ni apresuré el regreso, sino que lo disfruté bien.

Pregunta: ¿Por qué le molesta la idea de irse de viaje?

Respuesta: No lo sé. Al hablar de viajar fuera de Egipto me pongo de mal humor, no por miedo a coger el avión como creen algunos. Me encuentro muy a gusto viajando en avión y lo he hecho muchas veces hacia Alejandría, pero no sé la razón de este odio hacia la idea de salir de Egipto. Ahora me arrepiento de no haber podido viajar, he tenido la oportunidad de ver todo el mundo gratis. Además, podía ganar dinero. Por ejemplo, en la URSS se han traducido y publicado mis obras al ruso y, según ellos, me deben muchísimo dinero, pero los derechos de autor no se conceden si no viajo a Moscú. Pese a todo no he ido.

Pregunta: ¿Quién lee primero sus obras antes de publicarlas?

Respuesta: Absolutamente nadie. Después de terminar la obra la llevo directamente a la imprenta. Tampoco me gusta enseñar a nadie lo que escribo antes de publicarlo.

Pregunta: En su obra hay figuras de mujeres bailarinas como Zannuba, Hamida y Riri que representan los antivalores sociales. ¿Por qué se interesó en esa clase de mujeres?

Respuesta: En mis obras no todas las mujeres son bailarinas, pero en mi escritura hay una parte de la historia. Por ejemplo, era imposible crear una figura como el señor Ahmad Abd Al Yawwad y sus amigos sin que las bailarinas les hicieran compañía, porque aquel tiempo era el de las bailarinas.

Pregunta: Una vez usted dijo que le gusta que la gente lo admire. Cuando escribe una obra, ¿piensa cómo será la reacción del lector y de la crítica?

Respuesta: Indudablemente me gustaría siempre conseguir la satisfacción de todos o bien, por lo menos, de la mayoría. De todos modos, no es una condición para que yo escriba. Es decir, no me rebajo para tener el mayor número posible de lectores. Pero me gustaría plasmar mi personalidad siempre en lo que escribo y, al mismo tiempo, lograr la admiración de todos.

Pregunta: ¿Cómo ha podido seguir la cultura occidental sin viajar, como Taha Husayn y Tawfiq al-Hakim, a Occidente? ¿Cuáles son los escritores que lo han influido a nivel internacional?

Respuesta: El árabe más culto, Al-Aqqad, no viajó a Occidente. Me han influido Tolstoi, Chejov, Dostoievski, Maupassant, André Gide y Shakespeare.

Pregunta: ¿Por qué no ubica a Charles Dickens en una posición importante?

Respuesta: Dickens es un gran escritor, pero me han influido sus alumnos de la escuela realista más que él mismo. También ocurre lo mismo con los alumnos de Balzac, debido a que los maestros fundadores se caracterizan por la severidad que no tienen sus alumnos.

Pregunta: Le pregunto por Dickens porque en el comunicado oficial para la concesión del Nobel de la Academia Sueca han hecho una comparación entre Dickens y usted.

Respuesta: Esta comparación no es precisa porque han dicho que él escribe sobre la vida de Londres y yo sobre la vida de El Cairo. La comparación entre los escritores sería sobre el estilo o la tendencia, ya que si dicen que aquél escribe sobre Londres, yo sobre El Cairo y un tercero sobre Moscú, no hay comparación que valga.

Pregunta: ¿Quiénes han influido más en usted, los escritores occidentales o los orientales?

Respuesta: Tolstoi, Chejov y Dostoievski. Estos tres rusos no se han repetido en la historia de la novela y existe un lazo extraño entre ellos y yo.

Pregunta: ¿Puede decirnos los puestos que ha ocupado a lo largo de su vida?

Respuesta : Fui funcionario en la administración de la Universidad de El Cairo, desde 1934 hasta 1938; secretario del Parlamento desde 1938 hasta 1950; a finales de ese año me nombraron director del Instituto de Préstamos Legales hasta 1967; director del Departamento de Censura; y presidente de la empresa del Fomento Cinematográfico, desde 1968 hasta los dos años previos a mi jubilación. Luego me nombraron consejero especial del ministro de Orientación Nacional.

Pregunta: Usted ha creado muchos personajes que han expresado importantes desarrollos en la vida social egipcia. ¿Cree que su literatura ha representado una gran parte de la historia de la vida social egipcia desde 1919 hasta hoy?

Respuesta: Creo que lo he intentado, porque este tema es mi preferido.

Pregunta: ¿Cree que las indicaciones literarias son apropiadas para dar señales verdaderas de cómo se desarrolla la sociedad? Es decir, ¿las obras de Naguib Mahfuz de determinado tiempo me pueden ayudar a descubrir el desarrollo social durante ese momento?

Respuesta: Creo que sí, porque las obras representan el movimiento de la sociedad, lo expresan y, por consiguiente, aclaran sus tendencias, secretos y hablan de la gente.

Pregunta: La cumbre de todos los personajes artísticos que usted ha creado es el señor Ahmad Abd Al-Yawwad. ¿Por qué han querido los egipcios a este personaje, pese a las paradojas que lo caracterizan?

Respuesta: Quizá porque representa, sin atender a su comportamiento personal, la paternidad. Cualquier hombre siente que Ahmad Abd Al-Yawwad es su padre de algún modo, aunque su verdadero padre sea otro tipo de hombre.

Pregunta: ¿Cuáles son los personajes artísticos que representan más que los otros la confusión del egipcio oculto?

Respuesta: Kamal Abd Al-Yawwad en la etapa realista, y quizás El mendigo y los personajes de Charlas sobre el Nilo, durante la etapa siguiente.

Pregunta: ¿Por qué ha consagrado en muchas obras al personaje del bravucón?

Respuesta: Porque lo vi y me fascinó.

Pregunta : ¿Qué opina del movimiento de la crítica actual?

Respuesta: Está en plena actividad.

Pregunta: Todos sus personajes son de El Cairo. ¿Por qué nunca ha creado un personaje extranjero, árabe, en esta ciudad?

Respuesta: El arte es una opción, y ésta viene de adentro. Conozco a muchos árabes, también tengo tantos amigos y compañeros, pero crear un personaje artístico no es asunto fácil porque hay que saber mucho de él, y este conocimiento tiene que ser el doble, por lo menos, de lo que se escribe.

Pregunta: ¿Cómo consigue este conocimiento? ¿Aplica la psicología conductiva?

Respuesta: Si no hubiera sido por la imaginación no habría podido crear mis personajes. Por ejemplo, en la novela El espejismo retraté a sesenta y tres personajes. Si los escribo como son en la vida me cuesta cada personaje el triple de lo que he escrito en toda la obra.

Pregunta: ¿Qué opina del concepto de la libertad del hombre?

Respuesta: La libertad del hombre es una cosa relativa pero ininterrumpida. Hay que liberarlo de la ignorancia, de las enfermedades, de la injusticia de los gobernantes. La historia del hombre es la lucha por conseguir la libertad.

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