"Creo en el poder de la palabra, pero también en el poder de la música, en el de la palabra hablada, que es diferente al de la palabra escrita, en el de una frase repetida dentro del organismo. Cuando uno está leyendo se realiza cierto tipo de actividad cerebral, que incluso puede llegar a emocionar. Ahora, cuando uno escucha música, ese sonido cambia su interior. Un sonido puede romper una copa de cristal, a veces eso se olvida. Se despertó mucha controversia alrededor de La ley del amor sobre si la literatura debe o no llevar música o imagen. Menos mal que nunca surgió esta pregunta en el teatro porque si no nunca hubiéramos tenido ópera. Con ese libro quería que el lector tuviera una relación diferente con la literatura, que lo hiciera con todo el cuerpo, no sólo con la mente.
Fonte:http://www.elmundo.es em 10/04/2015