"El escritor se toma un buen tiempo para reflexionar sobre un suceso. Después del impacto de los hechos, pasa por el proceso de la imaginación, pasa por el proceso de incluir personajes imaginarios y a través de ellos descubrir cómo eran sus vidas antes de llegar al momento que aparece en los periódicos y en los noticiarios de hoy. Los antecedentes que recibimos de la televisión y de los periódicos —que a veces son muy buenos— no profundizan tanto, porque siguen viéndolo desde la actitud de que lo inmediato es lo importante. Creo que en la ficción lo que cambia es el proceso de continuidad y de retroceso. A veces la situación dramática que vemos, el disturbio o la bomba, el asesinato o lo que sea nos hace pensar que ahí está la víctima y ahí está el perpetrador, pero el novelista debe retroceder em su mente —a través de la identificación con el personaje, mediante lo que sabe sobre la sociedad que lo afecta— a las razones por las que ese individuo llegó a estar en ese disturbio, a cometer ese asesinato o a lanzar esa bomba. Hace algún tiempo, cuando viajé a Estados Unidos, vi en la televisión a unos jóvenes a quienes entrevistaban con respecto a la guerra de Kosovo y sobre la idea de ir a combatir. Hablaban del tema como si fueran niños relatando un cuento de hadas, como si estuvieran jugando guerras de Nintendo. Un joven blanco como de veinte años dijo: “Por supuesto, yo quiero volar. Quiero volar en un avión bombardero. Me parecen maravillosos. Estos aviones son un avance tecnológico fantástico. Pilotear uno sería genial”. Terminó diciendo: “...y desde luego quiero servir a mi país”. La otra entrevistada era uma mujer que quería hacer cualquier cosa que le ofrecieran. Sería enfermera, trabajaría en el área tecnológica. Esta parte les fascina — Nadine no puede contener la ironia en sus gestos caracterizados por la sobriedad—. Estaba sgura de que quería estar en el área de mando. Ella también dijo: “Por el honor de servir a mi país”. ¿El país de quién? ¿Alguien estaba atacando en ese momento a los Estados Unidos? Esto era algo totalmente irreal que proviene de uma falta de comprensión del entorno. Si yo tuviera a uno de estos jóvenes como personaje de una novela, tendría que pensar mucho tiempo, tendría que crear todo um pasado: ¿Cómo es que una niña que creció en una sociedad llena de violencia —perteneciente al país que es la última gran potencia del mundo— generó esta actitud?
Fonte: Revista de la Universidad de México, nº 7, 2004.
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